El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, firmó un decreto ejecutivo para encargar la presidencia del 9 al 12 de enero a Cynthia Gellibert, en medio de cuestionamientos jurídicos y un tenso escenario político debido a su confrontación con la vicepresidenta Verónica Abad.
Noboa atribuye su decisión a una circunstancia de “fuerza mayor” y desglosa interpretaciones legales sobre la licencia para hacer campaña electoral, considerando que es candidato nuevamente. El Consejo Nacional Electoral (CNE) recordó la prohibición legal para los servidores públicos de inducir el voto y usar recursos públicos para fines electorales.
Noboa indica en el decreto que su intención es separar sus actividades como presidente y como candidato, aunque no solicita licencia formal a la Asamblea Nacional. Varios sectores políticos y expertos en materia jurídica han insistido en que Noboa debe tomar licencia hasta el 6 de febrero.
Inmediatamente después de la publicación del decreto, varios juristas cuestionaron el encargo de la presidencia a Gellibert. El penalista Pablo Encalada y el constitucionalista Gonzalo Muñoz calificaron el encargo de “inconstitucional”. Sin embargo, el constitucionalista Rafael Oyarte considera que Noboa no requiere solicitar licencia para hacer campaña, ya que no se trata de una “reelección para el mismo cargo”.
La orden de Noboa de encargar la presidencia a Gellibert ha generado controversia y cuestionamientos legales. Es crucial que las autoridades y los Comités de Evaluación trabajen juntos para cumplir con la medida cautelar y garantizar la equidad en el proceso electoral.
La vocal del CNE Elena Nájera señaló que el encargo a Gellibert no es correcto porque “el poder popular no puede ser reemplazado por un decreto ejecutivo”. Abad anunció que pretendía asumir la Presidencia el domingo, pero las Fuerzas Armadas y la Policía emitieron comunicados de respaldo a Noboa.