El 8 de diciembre, el gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo fue detenido en Venezuela mientras intentaba ingresar al estado fronterizo de Táchira desde Cúcuta, Colombia. Su familia ha presentado una carta de invitación que, según ellos, obtuvieron de organismos gubernamentales venezolanos.
Nahuel Gallo, suboficial del escuadrón 27 "Uspallata" en la provincia de Mendoza, tenía la intención de visitar a su pareja, María Alexandra Gómez García, y a su hijo de dos años en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui. La carta de invitación, emitida el 22 de noviembre, detalla su itinerario desde Chile y su alojamiento en Venezuela.
La detención de Gallo ha generado tensiones diplomáticas entre Argentina y Venezuela. El Gobierno argentino, liderado por el presidente Javier Milei, ha denunciado la detención como ilegal y está agotando las vías diplomáticas para lograr su liberación. La familia de Gallo sostiene que viajaba con fines turísticos y que la carta de invitación fue tramitada para evitar complicaciones debido a la situación diplomática entre ambos países.
La situación de Gallo es similar a otros casos de ciudadanos argentinos detenidos en el extranjero, lo que ha llevado a un aumento en la preocupación por la seguridad de los viajeros argentinos. Según el Ministerio de Seguridad de Argentina, la carta de invitación fue formalizada a través de la “SAREN” (Servicio Autónomo de Registros y Notarias, de la Vicepresidencia de la República Bolivariana de Venezuela).
El caso de Nahuel Gallo ha puesto de relieve las complejidades de la situación diplomática entre Argentina y Venezuela. Mientras el Gobierno argentino continúa sus esfuerzos para liberar a Gallo, la familia y las autoridades venezolanas mantienen sus respectivas versiones de los hechos.
Yalitza García, la suegra de Gallo, comentó a CNN: “Hicimos todas las averiguaciones necesarias en la oficina de Migraciones de Venezuela para cumplir con los requisitos de ingreso y evitar complicaciones”. Por su parte, el exembajador argentino en Caracas, Óscar Alberto Laborde, negó querer intermediar entre los gobiernos y afirmó que solo le hizo llegar una carta de la madre al gendarme.