La vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, certificó este lunes la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, tras una sesión del Congreso para contar los votos electorales. Harris reflexionó sobre la importancia de la certificación y elogió el proceso pacífico como “lo que debería ser la norma”.
El proceso de certificación de los votos electorales es un acto protocolario que se lleva a cabo en una sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes. Este año, la certificación se realizó en un contexto tenso, ya que coincide con el cuarto aniversario del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, cuando partidarios de Trump intentaron impedir la certificación de la victoria de Joe Biden. Harris, quien fue candidata presidencial demócrata, tuvo que certificar su propia derrota y la victoria de Trump, quien obtuvo 312 votos electorales frente a los 226 de Harris y su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota Tim Walz.
Durante su intervención, Harris destacó la importancia de la transferencia pacífica del poder como un pilar fundamental de la democracia estadounidense. “Creo firmemente que la democracia de Estados Unidos es tan fuerte como nuestra voluntad de luchar por ella. De lo contrario, es muy frágil y no podrá soportar momentos de crisis. Y hoy la democracia de Estados Unidos se mantuvo en pie”, afirmó Harris. Este acto, aunque rutinario, adquiere un significado especial en el contexto actual, ya que resalta la importancia de la estabilidad institucional y la voluntad del pueblo estadounidense.
La certificación de la victoria de Trump por parte de Harris tiene precedentes históricos significativos. Diecinueve de los 49 vicepresidentes de Estados Unidos se han postulado para presidente, pero solo seis han ganado. Ejemplos notables incluyen a Al Gore, quien certificó su propia derrota ante George W. Bush en 2001, y Richard Nixon, quien anunció la victoria de John F. Kennedy en 1961. Este proceso tradicionalmente sin incidentes llega en un momento tenso en la historia estadounidense, y Harris cumplió con su deber constitucional, reafirmando la voluntad del pueblo estadounidense.
La certificación de la victoria de Donald Trump por parte de Kamala Harris es un recordatorio de la importancia de la transferencia pacífica del poder en la democracia estadounidense. A pesar de la incomodidad de certificar su propia derrota, Harris destacó la fortaleza de la democracia y la necesidad de luchar por ella. Este acto simboliza la estabilidad institucional y la voluntad del pueblo estadounidense en un momento crítico para el sistema político del país.
El presidente electo, Donald Trump, ha insinuado planes para otorgar indultos a los condenados por su papel en el motín del Capitolio. Harris conmemorará el aniversario del asalto al Capitolio con un mensaje en video, reafirmando la importancia de la transferencia pacífica del poder.
