Choi Soon-Hwa, una mujer surcoreana de 80 años, ha marcado un hito al convertirse en la concursante de mayor edad en participar en el certamen de belleza para elegir a la representante de Corea del Sur para Miss Universo. Choi, quien llegó hasta la final, demostró que la belleza no tiene límite de edad y que su historia de vida es un ejemplo de perseverancia y determinación.

Choi Soon-Hwa nació durante la Segunda Guerra Mundial, en 1943, en Seúl, la capital de Corea del Sur. Vivió la dura realidad de la Guerra de Corea en los años 50, lo que la llevó a enfrentar una vida llena de dificultades desde una edad temprana. A lo largo de los años, Choi trabajó como enfermera y construyó una familia en la ciudad de Incheon, donde actualmente reside. Es madre de dos hijos y abuela de tres nietos.

Su participación en el concurso de belleza no solo es notable por su edad, sino por el mensaje inspirador que transmitió a las mujeres de todas las generaciones. Para Choi, la belleza no está determinada por la juventud, sino por la actitud, el cuidado propio y la confianza en uno mismo. Su objetivo al ingresar a este certamen era romper estereotipos y redefinir los estándares de belleza que tradicionalmente se han asociado con la juventud​.

La participación de Choi Soon-Hwa en un concurso tan prestigioso como Miss Universo Corea no solo destaca su valentía, sino también la evolución de los certámenes de belleza a nivel global. Estos concursos, históricamente centrados en la juventud y la apariencia física, están comenzando a abrir espacio para una mayor diversidad en términos de edad, género y raza. La historia de Choi es un reflejo de este cambio y envía un mensaje poderoso: la belleza no tiene límites ni edad.

El certamen también representa una plataforma para que personas como Choi puedan visibilizar el envejecimiento saludable y la importancia de la autoestima, lo que contribuye a redefinir la percepción cultural de la vejez. En muchos lugares de Asia, la vejez a menudo se asocia con sabiduría y respeto, y Choi ha logrado integrar esa visión en un mundo donde la belleza ha sido tradicionalmente vinculada con la juventud.

Si bien la participación de Choi es única en su contexto, existen otros ejemplos globales de mujeres mayores que han desafiado las convenciones en concursos de belleza. En 2017, Iris Apfel, una icónica empresaria de la moda, se convirtió en la modelo más longeva para una importante campaña de cosméticos, a los 96 años. Este tipo de representaciones refuerzan la idea de que la edad no debería ser una barrera para la belleza ni para la visibilidad pública​.

Comparado con otras concursantes de Miss Universo Corea, Choi destacó por su serenidad y confianza, lo que la llevó a posicionarse entre las finalistas del certamen. Aunque no ganó el título, su presencia en el escenario fue suficiente para inspirar a miles de personas dentro y fuera de Corea del Sur, dejando una huella importante en la historia de estos concursos.

Choi Soon-Hwa, a sus 80 años, ha demostrado que la belleza y el carisma no tienen límites de edad. Su participación en Miss Universo Corea desafió las normas tradicionales y envió un mensaje contundente sobre la importancia de la confianza, la perseverancia y el amor propio. Su historia es un recordatorio de que las mujeres, sin importar su edad, pueden seguir rompiendo barreras y conquistando nuevos espacios en la sociedad.