El exquarterback de los Minnesota Vikings, Tommy Kramer, anunció este miércoles que fue diagnosticado con demencia. Kramer, de 69 años, compartió a través de sus redes sociales que recibió el diagnóstico hace más de un año en la Clínica Cleveland de la NFL y está comprometido a enfrentar la enfermedad de manera proactiva.

Tommy Kramer fue una de las figuras más importantes de los Minnesota Vikings durante la década de los años 80, llevando al equipo a varias temporadas exitosas como mariscal de campo titular. Conocido por su precisión y liderazgo en el campo, Kramer dejó una huella indeleble en la franquicia y se ganó el cariño de los aficionados. Sin embargo, como muchos otros jugadores de la NFL de su generación, Kramer enfrenta ahora problemas de salud relacionados con los impactos acumulativos sufridos durante su carrera.

El anuncio de Kramer se une a una creciente lista de jugadores de fútbol americano retirados que han sido diagnosticados con enfermedades neurodegenerativas, como la demencia, el Alzheimer y la encefalopatía traumática crónica (CTE). Estas enfermedades han sido asociadas con los golpes repetidos en la cabeza que los jugadores experimentan durante sus carreras profesionales​.

El diagnóstico de Tommy Kramer es un recordatorio de los riesgos de salud a largo plazo que enfrentan los jugadores de fútbol americano. Estudios recientes han señalado que los atletas que practican deportes de alto contacto, como el fútbol americano, están en mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas. La NFL ha sido objeto de escrutinio por no tomar medidas suficientes para proteger a sus jugadores en el pasado, lo que ha generado litigios y cambios en los protocolos de seguridad en los últimos años.

En su mensaje, Kramer señaló que ha estado sobrio durante casi un año, lo que, según los médicos, será un factor positivo en la progresión de su condición. Además, mencionó que su diagnóstico de demencia aún no ha avanzado significativamente, lo que le ha dado cierta tranquilidad y optimismo para los años venideros​.

El caso de Kramer no es aislado. En años recientes, varios exjugadores de la NFL han revelado diagnósticos similares, lo que ha incrementado las investigaciones sobre las secuelas de las contusiones y golpes en la cabeza. En 2017, un estudio del Boston University CTE Center mostró que más del 90% de los cerebros de jugadores de fútbol americano examinados tenían signos de CTE, una enfermedad degenerativa vinculada a traumas cerebrales repetitivos.

En respuesta a estos hallazgos, la NFL ha implementado nuevas normativas, como el uso obligatorio de cascos mejorados y protocolos más estrictos para manejar las conmociones cerebrales. Sin embargo, el daño ya infligido a generaciones anteriores de jugadores sigue siendo un problema, con cientos de exjugadores que ahora enfrentan desafíos de salud a largo plazo​.

El diagnóstico de Tommy Kramer pone de nuevo en el centro de la discusión los riesgos de salud que conlleva el fútbol americano profesional. A pesar de los avances en la seguridad de los jugadores, los efectos a largo plazo del deporte siguen afectando a muchos exjugadores. Kramer, quien se mantiene optimista, será parte de los esfuerzos para concienciar sobre estos problemas mientras lidia con su propio diagnóstico.

"Las enfermedades neurodegenerativas como la demencia en exjugadores de fútbol americano han abierto los ojos de la comunidad médica sobre los riesgos del deporte. Es vital seguir investigando para mejorar las medidas de prevención", comentó un especialista en neurología deportiva​.