Ángela Elena Olazarán Laureano, una joven de 17 años originaria de Papantla, Veracruz, fue reconocida como la mejor estudiante del mundo al ganar el prestigioso Chegg.org Global Student Prize 2024, junto con un premio de 100 mil dólares. Este reconocimiento premia a estudiantes que han generado un impacto positivo en sus comunidades a través de la innovación y la educación.
Ángela Olazarán destacó entre más de 11 mil candidatos de 176 países, gracias a su proyecto "Ixtlilton", un asistente médico virtual basado en inteligencia artificial. Este sistema es capaz de diagnosticar hasta 21 enfermedades a través de preguntas simples, ofreciendo un prediagnóstico a personas en comunidades rurales de difícil acceso a servicios médicos, como su natal Papantla. Lo innovador del proyecto es que puede funcionar sin conexión a internet y en lenguas indígenas, como el tutunakú, lo que lo convierte en una herramienta inclusiva para zonas marginadas.
El premio fue otorgado en una emotiva ceremonia en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de la ONU, donde Nathan Schultz, CEO de Chegg, sorprendió a Ángela al anunciarla como la ganadora del galardón considerado el "Nobel" de los estudiantes.
El impacto del proyecto de Ángela va más allá de su comunidad local. "Ixtlilton" tiene el potencial de ser implementado en otras zonas rurales de México y América Latina, donde el acceso a la salud es limitado. Con el dinero del premio, la joven planea establecer un aula STEM en su comunidad, con la intención de inspirar a más jóvenes a seguir carreras en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
El Global Student Prize es otorgado a estudiantes que han demostrado un liderazgo extraordinario en educación y en sus comunidades. En ediciones anteriores, ganadores como Igor Klymenko de Ucrania, que desarrolló un dron detector de minas, también recibieron reconocimiento por su innovación y su impacto social.
Ángela Olazarán se ha consolidado como una figura clave en la promoción de la educación STEM en México y el mundo. Con su proyecto "Ixtlilton", ha demostrado que la tecnología puede ser una poderosa herramienta para mejorar la vida de las personas, especialmente en comunidades vulnerables. Su futuro promete seguir aportando soluciones innovadoras para enfrentar los desafíos más apremiantes en salud y educación.
